Por Christian Boyanovsky Bazán
Una multitud se congregó frente a la Casa Rosada. En pantallas gigantes se representaron fragmentos de la historia argentina. Tocaron, entre otros, La Mosca, Víctor Heredia y Soledad, y el cierre fue con un show de fuegos artificiales.
Van a la Plaza?” Ya desde el subterráneo que se iba colmando estación tras estación, cosa atípica en un día feriado, se advertía en el tono de festejo patrio de los viajeros, que subían con sus chicos, bolsos y canastas, equipos de mate y cintas celestes y blancas pegadas en la solapa. “Sí, vamos con mi compañera y el nene a compartir este Día de la Patria, y de paso a vender pan relleno”, respondió Facundo, antes de bajarse del subte, que fue gratuito, para acompañar la celebración.
La Plaza de Mayo, donde se hicieron los festejos centrales que cerraron Soledad y el Ballet Folklórico Nacional, reflejó ayer, en el aniversario 201 de la Revolución Patria, un espíritu semejante al que se vivió en el Bicentenario. Más allá de una lógica menor concurrencia, comparada con los 6 millones de personas que participaron de aquellas jornadas de mayo de 2010, la plaza recibió este miércoles más de 100 mil visitantes de todos los rincones para homenajear el día histórico. Así lo vivieron Humberto y Silvia, un matrimonio tucumano de 67 años que todos los años en esta fecha visita la Capital, que es el lugar de residencia de sus hijos. “El clima que se vive es parecido al del año pasado en la fiesta en la Casa Histórica, en nuestra provincia”, recordaron a Tiempo Argentino. El mismo ánimo colmaba a Ramón y Andrea, padres de Lourdes, una nena de nueve años que quiso ir a la plaza con el atuendo de dama antigua que iba a vestir en el acto escolar de hoy. “Ella es re patriota”, dijo su madre, emocionada. “Tiene muy arraigado el concepto de argentinidad, el año pasado salió en la tele con la bandera más larga del mundo”, agregó.
Al son de los músicos que matizaban la tarde –Pipo Pescador, Clase K y Leo García, y más tarde Fena Della Maggiora, los Súper Ratones y Tonolec–, desde un escenario montado en la puerta de la Casa Rosada, la gente hacía cola para ingresar al Cabildo o recibir un globo celeste y blanco con carga de helio, que regalaban en el tráiler de Radio Nacional. También para recibir un vaso de chocolate caliente y un alfajor, que repartían los soldados del Ejército Argentino en la Diagonal Sur, a los lados del Monumento a Roca. “Vinimos a Plaza de Mayo después de 15 años. El año pasado nos lo perdimos porque estábamos en el exterior”, confesó Alejandra, acompañada por Gustavo y la hija de ambos, Lucía, de siete años. Los tres acababan de tomarse su chocolate caliente y se mostraban satisfechos con el rumbo del festejo. “La gente está contenta, está muy bien organizado, la pantalla, los baños, no hay amontonamiento. Y el chocolate está buenísimo”, dijo Alejandra, y recordó que disfrutó de los videos históricos que se proyectaban en las pantallas dispuestas a los lados de la Casa de Gobierno. “Cuando apareció San Martín, la nena lo reconoció antes de que dijeran quién era”, dijo.
A la salida del Cabildo, las caras hablaban por sí solas. Como es habitual, muchos aprovecharon la fecha para recorrer el edificio histórico, algunos incluso por primera vez. “Se festeja visitando los lugares históricos, donde se fundó el patriotismo; no es un día feriado cualquiera, para ir a pasear a un parque, sino para venir a estos sitios”, describió Javier, que salía de la visita acompañado por su mujer y sus hijos de seis años y diez meses.
Con algunos espacios abiertos, la Plaza de Mayo estaba colmada de gente que circulaba y ocupaba también las calles laterales, Yrigoyen y Rivadavia, las diagonales Roca y Sáenz Peña y la Avenida de Mayo, más allá de la calle Perú. En puestos fijos y móviles abundaban los vendedores de banderas, pósters, escarapelas y sobre todo de comida. Los más visibles eran el clásico choripán y la hamburguesa, pero también había panchos, sándwiches y comidas típicas.
Al término de cada show, las pantallas proyectaban fragmentos de la historia y partes de discursos del fallecido Néstor Kirchner, quien asumiera su presidencia ocho años atrás, también un 25 de Mayo. La pantalla de leds central estaba dispuesta por detrás de las aberturas principales de la Casa Rosada, lo que generaba un efecto visual impactante.
A medida que iba oscureciendo, la música iba subiendo de volumen. La frase repetida por todos los artistas fue “Viva la Patria”. Fena Della Maggiora dedicó su primer tema, “Lágrimas de plástico azul”, a Néstor Kirchner, ya que “me dijeron que le gustaba”. Y los Súper Ratones hicieron lo mismo con el clásico “¿Cómo estamos hoy, eh?”.
Además de las familias y jóvenes, fue notoria la presencia de organizaciones de militancia que desplegaban sus banderas, como La Cámpora y la JP Descamisados.
Después, Los Pericos y La Mosca antecedieron a los clásicos de Víctor Heredia y a toda la energía de Soledad. Por fin, la jornada, que comenzó con lluvia y terminó con una fiesta memorable, se cerró con un show de fuegos artificiales.
publicado en diario Tiempo Argentino
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