La Plata , Provincia de Buenos Aires
Descubrieron a su hijo con dinero robado y lo entregaron a la Policía
Los padres explicaron que decidieron llevarlo a la comisaría de Los Hornos para darle una lección de honradez.
Sorprendieron a su hijo adolescente cuando entraba a su casa con 600 pesos en monedas. Sabían que el chico no podía tener tanto dinero... ellos no se lo habían dado y él no trabajaba. Así fue como supieron que lo había conseguido de modo ilegal. Entonces, quisieron darle una lección y tomaron una medida drástica: lo llevaron a la comisaría y lo entregaron.
Allí, el hombre denunció a su hijo, quien quedó detenido. Poco después, intervino un juez de Menores y el chico recuperó su libertad.
No lo quiero ver preso en (la cárcel de) Olmos o muerto. El tiene que entender que si sigue así, cada vez va a ser peor. No siempre va a entrar y salir de la comisaría-
-Mi hijo siempre fue rebelde, pero nunca llegó a tanto-, señaló la mujer. Por eso, para que entienda la gravedad de lo que había hecho, lo llevaron a la comisaría. -Yo lo apoyo, pero no vamos a protegerlo -
Provincia de Misiones
Violan a un menor que fue a la cárcel por decisión de su madre
La madre de un adolescente de 14 años denunció que cuatro presos violaron a su hijo en la comisaría 11 de Posadas, Misiones. El chico estuvo detenido allí 24 horas, luego de que ella misma llamara a la Policía para denunciar un delito menor cometido por su hijo.
El hecho ocurrió durante el fin de semana pasado y fue denunciado ayer por la madre del joven ante el juzgado Correccional y de Menores, a cargo de César Raúl Giménez.
El magistrado recibió ayer informes de los médicos forenses de la propia policía y del Servicio Penitenciario Provincial, en los que se confirma que el chico fue víctima de una violación.
En su denuncia, la mujer dijo que fue ella misma quien aconsejó la detención de su hijo, ya que era la segunda vez que lo acusaban de un delito y ella pretendía darle una lección.
-Yo quiero que se corrija pero nunca imaginé que lo iban a alojar con presos peligrosos-, dijo la madre en declaraciones a la prensa local. El juez Giménez aseguró que ya solicitó un informe a la policía provincial para individualizar a los responsables de haber alojado al menor en la misma celda que los presos comunes.
La pregunta se cae de madura...denunciaría a su hij@....YO NO...
resumen informe Telam
y diario Clarín
martes, septiembre 27, 2005
martes, septiembre 20, 2005
Julián fue operado y está muy bien
Al nene, de 3 años, le extirparon
dos tumores en el Hospital Gutiérrez
El 12 de agosto pasado postee sobre el tema, pues este generó un interesante debate a nivel país. Julián, el niño guarani de tres años, al que se le detectaron un par de tumores que ponían en peligro su vida y se necesitaba operar urgentemente.
Les recuerdo que la familia, el papá Crispín de 21años, y Leonarda, la mamá de 17, de origen guaraní y con creencias culturales autóctonas, se oponían a una intervención médica. Preferían curarlo con el apoyo espiritual de su comunidad. Pero como estaba en riesgo de muerte, intervino la Justicia y finalmente lo operaron.
Los padres decidieron acatar la orden de la jueza de familia Marta Alegre y aceptaron la operación con disconformidad.
A las puertas del hospital acompañaron la vigilia el cacique y un miembro del consejo de ancianos de la comunidad guaraní.
Buen final para una situación en que tanto la justicia como el cuerpo médico que atendió al chico, demostraron estar a la altura de las circunstancias y actuaron de acuerdo a su saber y entender, exponiéndose al escarnio público si
"Dios no quería" que Julian viviese.
dos tumores en el Hospital Gutiérrez
El 12 de agosto pasado postee sobre el tema, pues este generó un interesante debate a nivel país. Julián, el niño guarani de tres años, al que se le detectaron un par de tumores que ponían en peligro su vida y se necesitaba operar urgentemente.
Les recuerdo que la familia, el papá Crispín de 21años, y Leonarda, la mamá de 17, de origen guaraní y con creencias culturales autóctonas, se oponían a una intervención médica. Preferían curarlo con el apoyo espiritual de su comunidad. Pero como estaba en riesgo de muerte, intervino la Justicia y finalmente lo operaron.
Los padres decidieron acatar la orden de la jueza de familia Marta Alegre y aceptaron la operación con disconformidad.
A las puertas del hospital acompañaron la vigilia el cacique y un miembro del consejo de ancianos de la comunidad guaraní.
Buen final para una situación en que tanto la justicia como el cuerpo médico que atendió al chico, demostraron estar a la altura de las circunstancias y actuaron de acuerdo a su saber y entender, exponiéndose al escarnio público si
"Dios no quería" que Julian viviese.
viernes, septiembre 16, 2005
A 29 Años de la Noche de los Lápices
La Plata - Argentina
1976 - 16 de setiembre - 2005
En la madrugada de ese día, entre las 00:30 y las 5 hs fueron secuestrados de los domicilios donde dormían los estudiantes secundarios y militantes de la UES: Claudio de Acha, Horacio Ungaro, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner y Daniel Racero. Formaban parte de un grupo de estudiantes que luchaba por la implementación del boleto estudiantil. La policía de la provincia de Buenos Aires había dispuesto un operativo de escarmiento para los que habían participado de esa campaña, considerada por las Fuerzas Armadas como subversión en las escuelas.
Hoy continúan desaparecidos
Ni Olvido ni Perdón
1976 - 16 de setiembre - 2005
En la madrugada de ese día, entre las 00:30 y las 5 hs fueron secuestrados de los domicilios donde dormían los estudiantes secundarios y militantes de la UES: Claudio de Acha, Horacio Ungaro, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner y Daniel Racero. Formaban parte de un grupo de estudiantes que luchaba por la implementación del boleto estudiantil. La policía de la provincia de Buenos Aires había dispuesto un operativo de escarmiento para los que habían participado de esa campaña, considerada por las Fuerzas Armadas como subversión en las escuelas.
Hoy continúan desaparecidos
Ni Olvido ni Perdón
lunes, septiembre 12, 2005
MALTRATO LABORAL
Las claves de los malos tratos
Más que el acoso sexual o la discriminación salarial, la violencia psicológica en el trabajo es tan difícil de detectar como de detener. Amenazas, ofensas e indiferencia
En Argentina, la indefensión es concreta: sólo cuatro provincias -Tucumán, Capital Federal, Buenos Aires y Jujuy- sancionaron leyes, entre 2002 y 2004, que contemplan el maltrato. Pero se aplican sólo al ámbito de la administración pública. En el caso porteño, el artículo 3 de la Ley 1225 explica que -se entiende por maltrato psíquico y social contra el trabajador a la hostilidad continua y repetida del superior jerárquico en forma de insulto, hostigamiento psicológico, desprecio y crítica-. Mientras tanto, en este año electoral de poca actividad parlamentaria, existen otros seis proyectos que aguardan su sanción, cuatro en la Cámara de Senadores y dos en la de Diputados.
Según la legislación porteña, el maltrato se reconoce en:
Bloquear constantemente las iniciativas de interacción generando aislamiento.
Cambiar de oficina, lugar habitual de trabajo con ánimo de separarlo de sus compañeros o colaboradores más cercanos.
Prohibir a los empleados que hablen con él.
Obligarlo a ejecutar tareas denigrantes para su dignidad personal.
Juzgar de manera ofensiva su desempeño en la organización.
Asignarle misiones sin sentido, innecesarias, con la intención de humillar.
Encargarle trabajo imposible de realizar.
Obstaculizar o imposibilitar la ejecución de una actividad u ocultar las herramientas necesarias para concretar una tarea atinente a su puesto.
Amenazarlo repetidamente con despido infundado.
Privarlo de información útil para desempeñar su tarea o ejercer sus derechos.
Ver Completo
por Carla Barbuto.
especial para Clarín.com.
Más que el acoso sexual o la discriminación salarial, la violencia psicológica en el trabajo es tan difícil de detectar como de detener. Amenazas, ofensas e indiferencia
En Argentina, la indefensión es concreta: sólo cuatro provincias -Tucumán, Capital Federal, Buenos Aires y Jujuy- sancionaron leyes, entre 2002 y 2004, que contemplan el maltrato. Pero se aplican sólo al ámbito de la administración pública. En el caso porteño, el artículo 3 de la Ley 1225 explica que -se entiende por maltrato psíquico y social contra el trabajador a la hostilidad continua y repetida del superior jerárquico en forma de insulto, hostigamiento psicológico, desprecio y crítica-. Mientras tanto, en este año electoral de poca actividad parlamentaria, existen otros seis proyectos que aguardan su sanción, cuatro en la Cámara de Senadores y dos en la de Diputados.
Según la legislación porteña, el maltrato se reconoce en:
Bloquear constantemente las iniciativas de interacción generando aislamiento.
Cambiar de oficina, lugar habitual de trabajo con ánimo de separarlo de sus compañeros o colaboradores más cercanos.
Prohibir a los empleados que hablen con él.
Obligarlo a ejecutar tareas denigrantes para su dignidad personal.
Juzgar de manera ofensiva su desempeño en la organización.
Asignarle misiones sin sentido, innecesarias, con la intención de humillar.
Encargarle trabajo imposible de realizar.
Obstaculizar o imposibilitar la ejecución de una actividad u ocultar las herramientas necesarias para concretar una tarea atinente a su puesto.
Amenazarlo repetidamente con despido infundado.
Privarlo de información útil para desempeñar su tarea o ejercer sus derechos.
Ver Completo
por Carla Barbuto.
especial para Clarín.com.
martes, septiembre 06, 2005
La noción del buen divorcio
Para que la rutura genere el menor daño
Todos nos casamos para toda la vida... cada vez que nos casamos. Esa es, justamente, la premisa fundamental del matrimonio: una relación con vocación de permanencia. Sin embargo, desde que se instituyó el divorcio, quedó oficialmente reconocido que no siempre lo que se proyecta y promete se llega a cumplir. A veces, porque la convivencia de la pareja resulta frustrante, para uno o para los dos. Otras veces surgen diferencias inconciliables respecto de la crianza de los hijos, o la relación de alguno de los esposos con la familia del otro resulta agobiante. En algunos casos, simplemente, la relación queda invadida por el hastío, que viene solo o con la fantasía o, directamente, la presencia real de un tercero o tercera. Entonces, cuando el proyecto y la promesa de matrimonio para toda la vida empieza a fracasar, ¿podemos irnos del matrimonio?, ¿podemos permitir que nuestro cónyuge se vaya?
Para casarse, hacen falta dos. Para un buen divorcio, también. Un buen divorcio es, acaso, asumir que fracasamos en un proyecto que se había iniciado para toda la vida. Quizá permitirnos vivir un gran dolor, sabiendo que, de esa forma, nos ganamos el derecho a un nuevo gran amor.
En un buen divorcio, las dos partes pierden, y saben que pierden. Es que un buen divorcio no es una situación de ?ganarganar?, como se dice en el ámbito de la negociación y de la mediación; es, en todo caso, una situación de compartir las pérdidas.
Muchos no pueden aceptar, al comienzo, un buen divorcio. Necesitan que el otro pierda más, por despecho o por venganza o por competencia. Algunos no pueden aceptar siquiera la idea del divorcio y pretenden que esa promesa inicial se mantenga inalterable para toda la vida, cueste lo que cueste, aun si eso significara quitar la libertad y la alegría al otro.
El divorcio es un proceso que comienza, se desarrolla y termina. Durante el proceso, muchas veces es necesario tomar recaudos especiales para proteger el patrimonio y el futuro propio y/o de los hijos. Y cuanto antes se adopten las medidas de protección, menos riesgo existirá de que alguno de los cónyuges sufra un daño irreparable. Porque, si uno de los dos se endeuda fraudulentamente o trata de ocultar su patrimonio mediante sociedades o de actos simulados, luego va a ser muy complicado el proceso de recomposición del patrimonio y de la relación personal. A veces, llega a ser tan irreversible como cuando alguno de ellos se apropia de los hijos o cuando uno ejerce violencia contra el otro. Entonces, ni inseguridad y blandura en la defensa de lo propio, ni arbitraria sensación de impunidad frente al otro. En el camino del medio de esas dos conductas extremas se hallan las claves para transitar un buen divorcio.
El concepto de buen divorcio apunta a que el caso de ruptura matrimonial genere la menor cantidad de daños que sea posible. El buen divorcio es, para el matrimonio, como el cinturón de seguridad para un viaje en auto.
por Leonardo Glikin
de Página12
Todos nos casamos para toda la vida... cada vez que nos casamos. Esa es, justamente, la premisa fundamental del matrimonio: una relación con vocación de permanencia. Sin embargo, desde que se instituyó el divorcio, quedó oficialmente reconocido que no siempre lo que se proyecta y promete se llega a cumplir. A veces, porque la convivencia de la pareja resulta frustrante, para uno o para los dos. Otras veces surgen diferencias inconciliables respecto de la crianza de los hijos, o la relación de alguno de los esposos con la familia del otro resulta agobiante. En algunos casos, simplemente, la relación queda invadida por el hastío, que viene solo o con la fantasía o, directamente, la presencia real de un tercero o tercera. Entonces, cuando el proyecto y la promesa de matrimonio para toda la vida empieza a fracasar, ¿podemos irnos del matrimonio?, ¿podemos permitir que nuestro cónyuge se vaya?
Para casarse, hacen falta dos. Para un buen divorcio, también. Un buen divorcio es, acaso, asumir que fracasamos en un proyecto que se había iniciado para toda la vida. Quizá permitirnos vivir un gran dolor, sabiendo que, de esa forma, nos ganamos el derecho a un nuevo gran amor.
En un buen divorcio, las dos partes pierden, y saben que pierden. Es que un buen divorcio no es una situación de ?ganarganar?, como se dice en el ámbito de la negociación y de la mediación; es, en todo caso, una situación de compartir las pérdidas.
Muchos no pueden aceptar, al comienzo, un buen divorcio. Necesitan que el otro pierda más, por despecho o por venganza o por competencia. Algunos no pueden aceptar siquiera la idea del divorcio y pretenden que esa promesa inicial se mantenga inalterable para toda la vida, cueste lo que cueste, aun si eso significara quitar la libertad y la alegría al otro.
El divorcio es un proceso que comienza, se desarrolla y termina. Durante el proceso, muchas veces es necesario tomar recaudos especiales para proteger el patrimonio y el futuro propio y/o de los hijos. Y cuanto antes se adopten las medidas de protección, menos riesgo existirá de que alguno de los cónyuges sufra un daño irreparable. Porque, si uno de los dos se endeuda fraudulentamente o trata de ocultar su patrimonio mediante sociedades o de actos simulados, luego va a ser muy complicado el proceso de recomposición del patrimonio y de la relación personal. A veces, llega a ser tan irreversible como cuando alguno de ellos se apropia de los hijos o cuando uno ejerce violencia contra el otro. Entonces, ni inseguridad y blandura en la defensa de lo propio, ni arbitraria sensación de impunidad frente al otro. En el camino del medio de esas dos conductas extremas se hallan las claves para transitar un buen divorcio.
El concepto de buen divorcio apunta a que el caso de ruptura matrimonial genere la menor cantidad de daños que sea posible. El buen divorcio es, para el matrimonio, como el cinturón de seguridad para un viaje en auto.
por Leonardo Glikin
de Página12
Suscribirse a:
Entradas (Atom)