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lunes, julio 31, 2006

¿Hasta cuándo?


En Caná, donde Jesús convirtió el agua en vino para celebrar el amor humano, el odio humano despedaza más de treinta niños en un largo bombardeo. La guerra sigue, como si nada. Como de costumbre, dicen que fue un error. ¿Hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores?
Esta guerra, esta carnicería de civiles, se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?
La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?
Hezbolá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?
Irak, Afganistán, Palestina, Líbano. ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente?
Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria?
Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo?
Las Naciones Unidas recomiendan, pero no deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad, cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los Estados Unidos?
Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?
La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí?
En proporción a la población, los cincuenta mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Irak, equivalen a ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría?
Irán está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki?
En la era de la globalización, el derecho de presión puede más que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma universal. ¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo miedos de comunicación?
Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación?
Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas y a veces bastante más, como en Caná. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de Estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista?
Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de Estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la Guerra Fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbolá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Irak y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie?
Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?
por Eduardo Galeano
de diario pagina12

sábado, julio 29, 2006

El embarazo que pide Corte


foto pag12
Varios ministros de la Corte provincial vieron a la joven con discapacidad mental cuya familia reclama un aborto. Marcha a favor de la chica y pronunciamientos de la Iglesia en contra.

Antes de comenzar el análisis a solas con su conciencia, durante este fin de semana, los nueve miembros de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires mantuvieron ?en tandas? un encuentro personal con L.M.R., la chica de 19 años con un desarrollo mental de una nena de 8, cuya familia pide que se autorice un aborto, dentro de los supuestos del inciso segundo del artículo 86 del Código Penal. La ley admite la interrupción del embarazo cuando se trata de una discapacitada mental que ha sufrido una violación, como ocurre en este caso. Los seis miembros estables de la Corte bonaerense, más tres jueces designados como interinos para la ocasión, tuvieron luego un encuentro con una psicóloga de la Asesoría Pericial del alto tribunal, quien les dio su opinión acerca del nivel de retardo mental que tiene la joven. A las seis de la tarde de ayer, los ministros de la Corte abrieron el
-acuerdo extraordinario- que determinará si aceptan o rechazan el pedido de la familia. El veredicto se conocería entre el lunes y el martes. Aunque existe un dictamen favorable al aborto de la procuradora bonaerense María del Carmen Falbo, es difícil anticipar un resultado. Se supone que cuatro de los ministros apoyarían la intervención médica, pero falta un voto para que eso sea posible.


Mientras tanto, continúa la polémica que el caso ha desatado. En La Plata, frente a los tribunales, centenares de personas se concentraron para repudiar la decisión de la jueza Inés Siro y de la Sala II de la Cámara Civil, que en sucesivos fallos rechazaron la solicitud de la familia de la chica violada (ver aparte). Al mismo tiempo, un nutrido grupo de profesionales y especialistas que trabajan en defensa de los derechos de la mujer presentó un escrito de amicus curae en el cual argumentan que -ni la Constitución Nacional ni los tratados internacionales de derechos humanos que cuentan con jerarquía constitucional exigen la protección absoluta de la vida desde el momento de la concepción-.

De este modo, cuestionaron el fundamento central expuesto tanto por la jueza Siro como por la Sala II para no aplicar lo que autoriza, en forma expresa, el inciso segundo del artículo 86 del Código Penal, que considera que un aborto no es punible
-cuando el embarazo proviene de una violación- de la que fue víctima -una mujer idiota o demente-. En la vereda opuesta se ubicó el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, quien sostuvo que -la sospecha de que la criatura ha de nacer con un defecto físico o psíquico no autoriza a que el niño sea eliminado. ¿O acaso pensamos que es posible construir una raza humana ideal y que hay quienes deben decidir quién puede integrarse a la comunidad humana y quién no?- Aguer hace mención a un aspecto del problema que no ha sido planteado por ninguna de las partes involucradas en el proceso judicial.

En su declaración, titulada -¿Un inocente condenado a muerte?-, el arzobispo platense insiste en defender -el derecho a la vida del niño por nacer, avalado por nuestro ordenamiento constitucional- que, según su opinión, -no puede ser subordinado a aquellas convicciones eugenésicas. Una vez que se ha vulnerado el principio de la inalienabilidad de la vida humana, no quedan barreras que impidan la instauración de un racismo cromosómico-. En el mismo sentido se expidió la Corporación de Abogados Católicos, que criticó con dureza el apoyo al pedido de los padres de L.M.R. que expresaron el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá.

En el amicus curae, por el contrario, se sostiene, citando abundante fundamentación jurídica, que ni la Carta Magna ni las convenciones internacionales de Derechos Humanos a las que adhiere el Estado argentino -exigen la protección absoluta de la vida desde el momento de la concepción-. Se afirma que -por el contrario, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos entendió que la Convención Americana sobre Derechos Humanos es perfectamente compatible con disposiciones locales que despenalicen el aborto en determinados supuestos, como es el caso del artículo 86 del Código Penal- invocado en el caso de L.M.R. El escrito está firmado por Marcela Rodríguez y Raquel Asensio, del Grupo Justicia y Género del Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas, y por otras expertas en temas relacionados con la defensa de los derechos de la mujer como Diana Maffía, Monique Altschul, Mariana Romero, Silvia Chejter, María Barbagelatta, María Storani, Haydée Birgin, Mabel Bianco, Alicia Kaplan y Cecilia Lipszyc. Ellas afirman que -la protección de la vida desde la concepción debe ser analizada a la luz de la normativa internacional vigente no sólo en lo que se refiere al derecho a la vida propiamente dicho, sino también en lo que respecta a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres-. Advierten que un fallo de la Corte bonaerense por la negativa -podría generar responsabilidad internacional por el incumplimiento de los tratados- vigentes.

Ayer, a las 12.30, L.M.R. fue recibida por los seis miembros de la Corte provincial, Daniel Soria, Hilda Kogan, Francisco Roncoroni, Luis Genoud, Eduardo Pettigiani y Juan Carlos Hitters, y por los tres miembros del Tribunal de Casación Penal que se sumarán al cónclave: Federico Domínguez, Horacio Piombo y Juan Carlos Mahiques. Ayer, además de la entrevista con la joven, su madre y su hermana, los jueces sortearon el orden con el cual votarán. Cada uno expresará su opinión por separado y la decisión se tomará por mayoría simple. El fallo se conocerá entre lunes y martes.
de diario pagina12

viernes, julio 28, 2006

INSEPARABLES

-El destino del pueblo palestino y el de Israel son inseparables y, como consecuencia, no hay solución militar. La situación actual no puede seguir: o se encuentra un modo de salir de aquí aportando condiciones resolutivas al conflicto a largo plazo, o hay una pausa y se vuelve a la situación anterior. Hay que tener coraje para aceptar el relato del otro, o al menos para entenderlo, y es ésta la máxima responsabilidad de Israel. Esta es una tierra para dos pueblos, no hay un pueblo con más derechos que otro.-
(Del músico argentino-israelí Daniel Barenboim, que dirige una orquesta de jóvenes árabes e israelíes.)
de pagina12

martes, julio 25, 2006

Tal cual...o no!!


Daniel Paz & Rudy
en pagina12

lunes, julio 24, 2006

MILINGO

El arzobispo emérito de Lusaka (Zambia), Emmanuel Milingo, causó un escándalo en mayo de 2001 cuando, a los 71 años, se casó con María Sung, una acupunturista de Nueva York de origen coreano, en una ceremonia oficiada por el líder de la secta Moon. Pocos meses después, Milingo sucumbió a las presiones del Vaticano, se reconcilió con Juan Pablo II y anuló su matrimonio. Ahora volvió a la carga: acaba de presentar la asociación -¡Sacerdotes casados ya!-, para reclamar el derecho de los curas al casamiento. Y sobre Sung dijo que la considera su esposa -y seguirá siéndolo hasta la muerte-.
de pagina12

viernes, julio 21, 2006

Crean células tridimensionales

¿un paso para la creación de órganos?

Un grupo de investigadores australianos anunció hace unos días, que logró algo que la ciencia no había podido hasta ahora: crear células en tres dimensiones. Se trata de un primer paso hacia la creación de órganos enteros, lo cual ?de concretarse? será un avance gigantesco en los tratamientos de órganos dañados, ya que en casos de trasplantes evitará las esperas por donantes y los rechazos.
Según el director del equipo, Wayne Morrison, hasta ahora han creado -tejido del pecho, grasa, músculo y tejido del páncreas que segrega insulina-. Y agregó que el descubrimiento puede llegar a servir para que un paciente llegue a crear su propio corazón.
Morrison, profesor del Instituto de Microcirugía Bernard O'Brien, en el Hospital Saint Vincent's de Melbourne, señaló que las nuevas células se crearon en una cámara de plástico colocada debajo de la piel de un paciente. Tal cámara -es una caja vacía en la que hemos implantado un vaso sanguíneo mediante técnicas de microcirugía.
El anuncio se hizo un día después de que especialistas de la Universidad de Harvard anunciaran que comenzarán a clonar embriones humanos para obtener células madre que puedan ayudar a buscar la cura de enfermedades como el cáncer, el mal de Parkinson y el de Alzheimer.
El descubrimiento de los expertos australianos tendrá -repercusiones enormes para miles de personas en todo el mundo que dependen de recibir un trasplante, y en especial para los enfermos del corazón, vaticinó Morrison.
Fuente: EFE

lunes, julio 17, 2006

Las madres que somos


foto pagina12
Nuestras madres nos hacían el Toddy. Y nos untaban las tostadas con mucha mermelada para que almacenáramos energía. Esa parte era encantadora, pero también es cierto que cuando los platos ya estaban lavados, las camas hechas, el marido y los hijos alimentados, ellas rumiaban su insatisfacción por los rincones, y algo se les iba incrustando en el rictus a medida que envejecían. Fueron ellas, si mal no recuerdo, las que más énfasis pusieron en que estudiáramos. Tener una carrera era la utopía de aquellas amas de casa atornilladas al televisor y viviendo aventuras delegadas en las actrices que se salían precisamente de madre cuando el flechazo las unía inevitablemente a un pobre, a un rico, a un hombre que no era el indicado. Ellas vivieron la vida indicada, encerradas y abnegadas, pero no nos inculcaron la abnegación, la cualidad que durante siglos fue la virtud por excelencia de la buena mujer.
Las que somos jefas de hogar no tenemos alternativa y nuestros hijos lo saben. No salimos a la calle de la mañana a la noche para cumplir un sueño, ni para tomarnos revancha de nada, ni para realizarnos, como torpemente se describía en el pasado a la coherencia entre pensamiento y acto. En el mundo masculino, a eso se le llama tener suerte: hacer encajar lo útil con lo agradable, vivir vocacionalmente, disfrutar del trabajo y la familia. En el mundo femenino, la presunta -realización- implicaba hacer de una misma una obra distinta de lo esperable, -realizarse- era incorporar las fantasías a la trama esquiva de la realidad, que sólo nos tenía reservados, en el mejor de los casos, un par de buenos partidos para elegir el que más nos gustara.
Nuestros hijos crecieron con madres apuradas que no memorizan el nombre de la profesora de matemáticas. No les cosimos a mano sus disfraces de damas antiguas ni de tamborcitos de Tacuarí, no los esperamos a la vuelta del colegio con bizcochuelos humeantes, ni cumplimos tan rigurosamente como era esperable con el tratamiento odontológico de flúor. Nos ven ir al gimnasio y comprarnos lencería de encaje y de alguna manera vaga pero contundente saben que, además de ser sus madres, somos mujeres ávidas que no quieren perderse su porción de fiesta. Somos deseantes. Y no lo toleran.
Los chicos ahora reclaman un poco de aquella abnegación de la que fuimos tristes testigos. Nosotras hubiésemos mandado a nuestras propias madres a trabajar, a perderse en el mundo, a desentenderse un rato de nosotras, a gestionar sus ideas y sus sueños, a encariñarse con ellas mismas para evitarles aquel rictus, ese enojo de quien no sabe a quién culpar por su abulia y por la pobreza del paisaje que se ve desde la única ventana disponible.
Los chicos ahora nos tiran de la soga para que volvamos temprano y la cena esté lista, y no haya delivery y sí un flan casero, de tanto en tanto.
Reclaman presencia, reclaman atención, reclaman calor de hogar y milanesas crocantes, acaso para poder evocarnos a través de olores y sabores, y no a través de simples paseos por el shopping o llamadas al celular para que sepan que estamos pendientes de ellos, aunque estemos tironeadas y en plena reunión importantísima.
Y una no sabe cómo fue que los equilibrios se fueron al demonio, y nuestras vidas no sólo son muy diferentes de las de nuestras madres sino, casi podría decirse, su contracara. Los adolescentes son expertos en reproches, son escultores de reproches, los perfeccionan, los afilan, los elevan a la categoría de manifiestos. Hoy nos están pidiendo que aflojemos el ritmo y les sigamos contando cuentos, como cuando eran chicos. Quieren que estemos disponibles para contarles que mamá los ama, que mamá los mima, aunque su agenda de esta semana esté muy complicada, aunque lleguemos a casa demasiado reventadas como para ayudarlos con las tareas. Estos chicos son chicos que nunca sintieron sobre sus espaldas el peso de un interés único, aplastante, exclusivo: nos vieron insomnes al lado de sus camas cuando tenían mucha fiebre, pero también nos vieron vestirnos, maquillarnos, darles un beso y avisarles que los llamaríamos cada dos horas, desde el trabajo. Esa angustia finita y filosa que sentimos las madres trabajadoras cuando nos tironean el afuera y el adentro, no les alcanza, no la saben, la ignoran.
¿Cómo tramitarán, en sus propias vidas, estos reproches que nos hacen? ¿Qué harán con lo que dicen que les falta? ¿Buscarán la manera de ser madres pendientes de la hora de la merienda, o llegará el momento en el que comprenderán que la maternidad nos ilumina el camino, pero el camino no termina en ella?
por Sandra Russo
en diario pagina12

viernes, julio 14, 2006

El sur también existe

Con su ritual de acero, sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos, su canto de sirenas
sus cielos de neón, sus ventas navideñas
su culto de Dios Padre y de las carreteras
con sus llaves del reino el norte es el que ordena

Pero aquí abajo abajo, el hambre disponible
recurre al fruto amargo de lo que otros deciden
mientras el tiempo pasa y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas que el norte no prohíbe
con su esperanza dura el sur, el sur también existe

Con sus predicadores, sus gases envenenan
su escuela de Chicago, sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo y su pobre osamenta
sus defensas gastadas, con su gesta invasora
el norte es el que ordena

Pero aquí abajo abajo, cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres que saben a que asirse
aprovechando el sol y también los eclipses
apartando lo inútil y usando lo que sirve
con su fe veterana el sur también existe

Con su corno francés y su academia sueca
su salsa americana y sus llaves francesas
con todos sus misiles y sus enciclopedias
su guerra de galaxias y su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena

Pero aquí abajo abajo, cerca de las raíces
es donde la memoria ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren, y hay quienes se desviven
y así entre todos logran lo que era un imposible
que todo el mundo sepa que el sur
que el sur también existe

Mario Benedetti- Joan Manuel Serrat

miércoles, julio 12, 2006

Cómo trabajar para Google

¿Usted quiere entrar a trabajar en Google? Necesita estar preparado, por ejemplo, para resolver problemas como los siguientes.
La historia, al menos para mí, empezó en agosto del 2004. Estaba en ese momento en Boston y, al pasar por una estación de subte, vi un cartel de publicidad muy grande, de unos 15 metros de largo, que estaba colgado en el techo de la estación que te deposita en la Universidad de Harvard. El cartel decía lo siguiente:
www.(primer primo de 10 dígitos consecutivos del desarrollo de e).com
Y nada más que eso. Obviamente, me llamó muchísimo la atención y lo primero que pensé era si se trataría efectivamente de un cartel de publicidad o que algunas personas estarían haciendo una broma o algo así. Pero no, el cartel tenía todas las características de estar impreso en forma convencional y no había razones para presumir que ése era el único.Quiero poner una frase aquí, pero con el compromiso entre usted y yo de que no se verá intimidado. Lo que quiero explicar, en dos palabras, es qué es el número -e-.
Cuando uno dice que algo crece exponencialmente, aunque no lo sepa, involucra al número -e-. Cuando uno habla de logaritmos, habla del número -e-. Cuando uno habla de interés compuesto, habla del número -e-. Cuando uno habla de la escala de Richter para medir terremotos, está involucrado el número -e-.
De la misma forma que usted se acostumbró a escuchar o a leer que el número
-pi- se escribe así:
pi = 3.14159...
el número -e-, también tiene infinitas cifras, y las primeras son las siguientes:
e = 2,718281828...

El número -e- es una suerte de pariente del número -pi-, en el sentido de que, así como -pi-, el número -e- es irracional y trascendente. (En otro momento voy a escribir algo más sobre él, pero a los efectos de lo que hace falta para esta nota basta con saber eso, que es un pariente de -pi-.)
La historia sigue así. Después de ver el cartel allí (y descubrirlo en otros lugares más), le comuniqué mi hallazgo a Carlos Dandrea, un muy querido amigo, también matemático, egresado de la UBA, que hoy trabaja en Barcelona, luego de su exitoso paso por Berkeley. Le comenté lo que había visto, pero que no sabía cómo hacer para resolver ese problema. Carlos, a su vez, me dijo que le trasladaría la pregunta a Pablo Mislej, otro muy buen matemático argentino que trabaja en un banco de Buenos Aires.
Pablo y su mujer acababan de tener su primer hijito. Carlos le trasladó el problema y, unos días después, Pablo me escribió un mail contándome lo que había hecho.
Su primera dificultad fue encontrar en alguna parte la mayor cantidad de decimales posibles que hubiera publicados del número -e-.
Y lo descubrió en esta página:
http://antwrp.gsfc.nasa.gov/htmltest/gifcity/e.1mil

Allí encontró el primer millón de dígitos del número -e-. Con esa información podía trabajar tranquilo. Esos datos se conocen ya desde hace muchos años, más precisamente desde 1994. Para fijar las ideas: en esa página web está escrita una tira del primer millón de decimales del número -e-. Lo que tuvo que hacer Pablo fue empezar a cortar esa tira enorme de un millón de números y separarla en segmentos de diez numeritos cada uno, y luego fijarse cuál de ellos era el primero en formar un número primo.Como se dan cuenta a esta altura, todo esto es imposible de hacer sin una computadora y siendo capaces de escribir un programa que haga lo que uno quiere. Bueno, Pablo lo hizo.
Con todo, la primera -tira- de 10 dígitos que cumplía con lo pedido era:
7427466391
Justo el número -7-, que aparece como primer número de esta tira, corresponde al dígito número 99 de la parte decimal del número -e-.
Con eso, había resuelto el problema del cartel. ¿Qué hacer entonces? Lo que tuvo que hacer fue ir a la página web siguiente: http://www.7427466391.com y ver qué pasaba. Y fue (hoy, julio del 2006, ya no existe más). Cuando llegó allí, se encontró (algo así como si fuera -La Búsqueda del Tesoro-) con otro problema para resolver. Claro que, para llegar a él, había que haber resuelto el primero. Y lo que vio Pablo fue lo siguiente:
f(1)= 7182818284
f(2)= 8182845904
f(3)= 8747135266
f(4)= 7427466391
f(5)= __________
y de lo que se trataba era de completar la secuencia. Es decir, mirando los primeros cuatro números que aparecen en la columna de la derecha, ¿se le ocurre qué número poner en el quinto lugar?
Pablo me escribió que con suerte advirtió que, en los primeros cuatro números, cuando uno suma los diez dígitos, descubre que la suma da siempre 49. No sólo eso: como ya tenía los datos sobre el número -e- y su desarrollo, recordó que los primeros cuatro números que están en esa columna correspondían a cuatro de las -tiras- que él ya tenía. Es más: vio que el primer número (7182818284), correspondía a los primeros diez dígitos del desarrollo decimal del número -e-. El segundo (8182845904), son los dígitos que van desde el quinto hasta el decimocuarto lugar. El tercero (8747135266) corresponde a los dígitos que van del lugar 23 al 32 y por último, el cuarto (7427466391), es la -tira- que involucra a los dígitos 99 al 108 del desarrollo de -e-.
Se dio cuenta de que estaba cerca: necesitaba entonces buscar la primera -tira- de todas las que no había usado, que sumara 49.
¡Y la encontró!
El candidato a ser el quinto número de la secuencia era el
5966290435 que corresponde a los dígitos 127 al 136 del desarrollo decimal. Y eso fue lo que escribió.
Cuando completó la secuencia y apretó enter en su computadora, apareció súbitamente en otra página web. Esta decía: http://www.google.com/labjobs/index.html
en donde te invitaban a que envíes tu curriculum vitae y que la firma Google te tendría en cuenta para contratarte, porque habías superado los obstáculos que ellos creían suficientes para poder pertenecer a la firma.

Como dato ilustrativo, también otro amigo mío, y profesor de la Facultad de Ciencias Exactas (UBA), Ricardo Durán, resolvió el problema. Pero, hasta donde yo sé, por ahora Pablo sigue trabajando en el banco, y Ricardo es uno de los mejores profesores que tiene el departamento de matemática de la facultad, además de uno de los mejores tipos que yo conocí.
por Adrián Paenza
en diario pagina12

martes, julio 11, 2006

Piden expropiar un terreno para preservar un cementerio aborigen


foto pagina12
El terreno de más de media manzana, en la ciudad de Baradero, no tiene demasiado valor a simple vista. Pero en su subsuelo alberga nada menos que un cementerio aborigen del siglo XVII, considerado el único en su tipo en toda la provincia de Buenos Aires. Por eso, vecinos de esa localidad reclaman su expropiación. Allí vivieron comunidades guaraníes y chana timbúes, en una reducción administrada por los curas franciscanos. Ahí, una empresa pretendía remover la tierra para construir una playa de estacionamiento. La movilización vecinal logró frenar la obra y ahora apunta a conseguir que el predio pase a propiedad del Estado para construir allí un espacio para la investigación arqueológica y en memoria de los pueblos originarios. Para ello es preciso la sanción de una ley de expropiación de ese sitio que permitiría posteriormente la compra del predio y su probable transformación en espacio para la memoria.
-Todo sigue frenado. No tenemos una resolución que nos deje tranquilos, por eso nos unimos en la defensa del patrimonio. Hasta ahora lo único que logramos fue detener las topadoras-, comentó a Página/12 Alicia Gastellu, vecina de la zona.
El director provincial de Patrimonio Cultural dependiente del Instituto Cultural bonaerense, Juan José Ganduglia, explicó a este diario que -el sitio ocupa media manzana sobre la barranca, en el centro de la ciudad, y no está cercado, se puede entrar a caminar-. En cuanto a la importancia histórica del lugar, comentó que -los primeros datos del cementerio son de 1911, cuando el arqueólogo Salvador Debenedetti recibió la información de que había restos humanos. Entonces realizó excavaciones e identificó esqueletos que fueron incorporados al Museo Etnográfico de Buenos Aires, dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA)-.
-Un día, a principios de septiembre del año pasado, estábamos con mis alumnos pintando un mural y vimos que en el lugar había topadoras. Los dueños de la empresa Transportes Bernardi querían hacer una playa de estacionamiento de camiones-, relató Mariana Maroli, profesora de Plástica e Historia del Arte. En ese momento se movilizó la comunidad y se frenó a las topadoras.
Ganduglia explicó que después de eso hecho se hizo una denuncia en la Justicia. Posteriormente, el 15 de febrero de 2006 se puso en el lugar un cartel indicando la prohibición de innovar, hasta tanto se estudie el lugar. La empresa detuvo la obra. Esta prohibición se efectuó en el marco de la ley 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico que estipula que este sitio arqueológico y los materiales que contiene pertenecen al dominio público de la provincia, por lo que disponer de las piezas en forma privada o dañar el lugar es un delito. -Para evitar que el conflicto termine en la Justicia, el Instituto Cultural notificó al empresario involucrado a fin de llegar a un acuerdo voluntario de partes-, indica un comunicado del organismo.
Ganduglia especificó que para que el Estado se apropie del predio se tendría que hacer una ley de expropiación, nacional, provincial o municipal, e indemnizar al propietario del lugar.
Mariainés Bernardi, una de las dueñas de la empresa que quería instalar la playa de estacionamiento, dijo a este diario que cuando adquirieron el predio, en septiembre del año pasado, -no sabíamos que se iba a armar este lío. En la escribanía nos dijeron que la venta no estaba inhibida-. Bernardi, que es de la zona, admite que sabía que en el lugar había un cementerio.
Sofía Gastellu, estudiante de Historia, relata que -a lo largo de los años se fueron sacando restos óseos, no siempre dentro del ámbito arqueológico, los sacaban particulares como trofeos-. Por su parte, Mariana Maroli comentó que -cuando llueve pueden verse muelas, cuentas de vidrio, collares de conchilla. La mayoría de los habitantes de la zona tiene un souvenir del cementerio-.
Fernando Oliva, a cargo del Centro de Registro Arqueológico y Paleontológico del Instituto Cultural de la provincia, explicó a este diario que la idea es conservar el cementerio como un lugar sagrado y para ello tienen que actuar investigadores, haciendo excavaciones, para hacer un centro de interpretación.
Alicia Tapia, arqueóloga e investigadora de la UBA y de la Universidad de Luján, recuerda que en 1911 Debenedetti encontró en ese lugar -cajitas, restos esqueletarios, cuentas de colores venecianas, entre otras cosas. La especialista destacó que ?el valor no está en el hecho material o lo que puede haber, sino en la potenciación de la memoria-. Es un cementerio donde se enterró a aborígenes reducidos en la misión de 1615. A partir de ahí, -el proceso de desestructuración del mundo indígena fue vertiginoso-, explicó. Las etnias que estaban en el lugar eran chana timbúes y guaraníes.
El cementerio es -único en la provincia de Buenos Aires como sitio, aunque es probable que existan otros de este tipo, que no fueron descubiertos-, destacó Tapia. -Reducciones franciscanas hubo tres en la provincia, una de ellas en Río Santiago, pero la única que persistió fue ésta-, agregó. Por todo esto, es importante -el hecho de valorizar este espacio para dejar memoria, para dejar constancia de lo que fue-.
Informe: M. S. Wasylyk Fedyszak.
de diario pagina12

lunes, julio 03, 2006

A treinta años de la masacre de San Patricio

Hace 30 años un grupo de tareas de la dictadura militar asesinó a tres sacerdotes y a dos seminaristas, todos miembros de la comunidad católica palotina de San Patricio, en el barrio de Belgrano R.

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En la gélida mañana de aquel 4 de julio Rolando Savino, un joven de 16 años que era el organista de la parroquia, descubrió la tragedia. Según su relato, llegó al templo a las siete y media. Había poca gente en la calle aguardando a la intemperie. Pasó un rato y, extrañado, vio que la iglesia permanecía cerrada. Algunos feligreses impacientes tocaron el timbre y dieron golpes en las puertas, sin obtener respuesta. A las ocho menos cinco Rolando dio un rodeo a la casa y encontró una banderola semiabierta. Trepó y entró. No percibió ni ruidos ni movimientos. Fue hasta el comedor de la planta baja. Tomó las llaves de la iglesia y abrió las puertas para que los feligreses pudieran entrar. Con otra llave abrió la puerta de la casa parroquial; desde el hall llamó a los padres sin resultado alguno. Vio luces encendidas en la planta alta. Creyó que los sacerdotes se habían quedado dormidos, o que recién se levantaban, aunque esto fuera anormal. Como el silencio continuaba, subió las escaleras hasta el primer piso donde estaban los dormitorios. Un frío helado recorrió su cuerpo. Estaba todo revuelto. Pensó en un robo. La estufa de gas estaba encendida. Se acercó a la sala de estar. Abrió la puerta y con horror observó los cuerpos acribillados de los cinco religiosos tirados en el suelo sobre una alfombra roja. Aterrorizado, bajó las escaleras. Entre las personas que aguardaban vio a Celia Harper; impelido de un desconocido sentido del control le pidió que lo acompañara a la planta alta, sin decir una sola palabra al resto de la gente. A los pocos minutos Rolando y Celia se dirigieron a la comisaría del barrio para comunicar el macabro hallazgo.
Horas después dos adolescentes, Luis Pinasco y Guillermo Silva, hablaron con el cura palotino Efraín Suedo Luque y le contaron lo que habían visto en las primeras horas del domingo. Desde la esquina de Estomba y La Pampa, vieron dos automóviles que estacionaron frente a la casa parroquial. Otro joven que estaba con ellos, Julio Víctor Martínez, hijo de un militar que había sido nombrado interventor en Neuquén, creyó que podía ser un atentado contra su casa. Fue a la comisaría 37 e hizo la denuncia. A regañadientes, los policías aceptaron verificarla. Minutos después, una comisión al mando del oficial Miguel Angel Romano llegó a la parroquia. El policía habló con quienes estaban en los autos y, satisfecho, ordenó que el patrullero volviera a la comisaría. Al llegar a la esquina, se dirigieron a Pedro Alvarez, otro policía que custodiaba la casa de Martínez. -Si escuchás unos cohetazos no salgás porque vamos a reventar la casa de unos zurdos-, fue la explicación que brindaron desde el patrullero. Pasadas las 2, Pinasco y Silva vieron cómo hombres armados salían de los autos con armas largas e ingresaban a la casa parroquial. Más tarde, las personas salieron de la vivienda de los religiosos, abordaron los vehículos y se fueron a toda velocidad. Sólo a la mañana los adolescentes se enteraron de que los ?zurdos- eran los sacerdotes Alfredo Kelly, Alfredo Leaden y Pedro Dufau, y los estudiantes Salvador Barbeito y Emilo Barletti.
La investigación judicial tuvo dos etapas
. La primera, encabezada por el juez Guillermo Rivarola en los años 1976 y 1977, no halló a los autores y la causa fue sobreseída provisionalmente aunque hubo evidencias notorias que indicaban la intervención de la dictadura operando en el marco de lo que los represores denominaron la -lucha antisubversiva-. La segunda fase comenzó en agosto de 1984 y estuvo a cargo del juez Néstor Blondi. Una serie de testimonios dirigieron la sospecha hacia la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Un ex integrante de la Marina, Miguel Angel Balbi, relató al tribunal que un ex -compañero de armas-, Claudio Vallejos, le había confesado su participación en el homicidio juntamente con Antonio Pernías, el teniente de navío Aristegui y el suboficial Cubalo.Convocado por el juez Rivarola, Miguel Angel Romano dio su versión sobre lo ocurrido. Reconoció haber estado frente a la parroquia aquella noche e identificado a la única persona que, según él, estaba dentro de un automóvil Peugeot 504. -Cuando lo interrogó sobre el motivo de su estadía en ese lugar, esa persona le manifestó que se encontraba allí esperando a una señorita que tenía que salir de una fiesta que se daba a la vuelta-, figura en el testimonio brindado al magistrado.
En mayo de 1986, ya durante un gobierno constitucional, el entonces fiscal Aníbal Ibarra solicitó el procesamiento de Romano. Llego a la conclusión de que el ayudante Romano individualizó a las personas que estaban en uno de los Peugeot y digo a las personas porque el nombrado mintió cuando expresó que sólo encontró a una. (...) En tales condiciones, es evidente que los integrantes del rodado hicieron saber que la intención de ellos no era el general Martínez sino por el contrario -reventar a unos zurdos-. Esto obviamente tranquilizó al ayudante Romano quien se dirigió entonces a avisar al custodio del mencionado ex gobernador del Neuquén lo que realmente iba a ocurrir. Ibarra concluyó: Romano -supo en el cumplimiento de sus funciones lo que iba a ocurrir en la parroquia de San Patricio y con su actitud ?tratando incluso de evitar la posible intervención del custodio del general Martínez? permitió que ello ocurriera-.
Asimismo, Ibarra pidió el procesamiento del jefe de la comisaría 37, Rafael Fensore por -la omisión de incorporar al expediente ese importante incidente (la denuncia de Martínez)-, que recién fue agregado tres días después del múltiple homicidio.

En junio de 1987, el juez Blondi dispuso el desprocesamiento de Fensore y Romano, haciendo lugar al pedido de prescripción de la acción formulada por los abogados defensores. La causa judicial fue clausurada por segunda vez en forma provisional. Las leyes de punto final y obediencia debida, sancionadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y los indultos decretados por Carlos Menem hicieron el resto. La investigación quedó interrumpida sin indicio de que pueda ser reactivada. Los asesinos e instigadores nunca fueron castigados.
Aquel crimen fue el hecho de sangre más importante que sufrió la Iglesia argentina en toda su historia. Sin embargo, la cúpula católica mantuvo un llamativo silencio, jamás exigió con la debida fuerza el esclarecimiento del crimen y mucho menos reclamó el castigo a los culpables. El homenaje a las víctimas quedó circunscripto a las misas que los palotinos les dedican cada 4 de julio y a la acción de los organismos de derechos humanos. El 24 de abril del año pasado, el presidente Néstor Kirchner visitó la iglesia de San Silvestre de la congregación palotina en Roma y depositó flores en la placa que evoca a los cinco asesinados. -Nuestros hermanos, víctimas del terrorismo de Estado, hoy son un fruto para nuestra Iglesia-, recordó el sacerdote Mariano Pinasco, hermano de quien fue testigo de parte de la masacre. En esa ceremonia, Pinasco agregó: -Siento que la memoria está siendo recuperada en la Argentina. Gracias por no dejarnos solos a los palotinos-.
por Eduardo Kimel
de diario pagina12