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miércoles, abril 25, 2012

Fisura del secreto fiscal

La plaza uruguaya es una de las preferidas por evasores y fugadores de capitales argentinos. Depósitos, acciones en empresas y propiedades, en especial en Punta del Este, pueden llegar a ser objeto de investigación ante un pedido de la AFIP.
Por Tomás Lukin
Uruguay es un destino privilegiado para los argentinos que deciden evadir impuestos y fugar dinero al exterior. Hasta ahora la legislación del país vecino hacía imposible que el fisco y la Justicia argentinos obtuvieran datos de las actividades ilegales de esas personas o empresas. El lunes pasado, los gobiernos de Argentina y Uruguay dieron el primer paso para revertir esa situación al firmar un acuerdo de intercambio de información tributaria. Cuando los parlamentos de ambos países aprueben la normativa, la AFIP podrá solicitar a su homóloga uruguaya precisiones sobre los distintos activos como depósitos en dólares, propiedades y terrenos, acciones o participaciones en empresas, que posea un contribuyente en el país vecino y no declara en la Argentina. La norma limita explícitamente la posibilidad de solicitar masivamente datos sobre las inversiones o depósitos de argentinos en los bancos uruguayos. Los pedidos deben estar precisamente fundados y responder a una investigación en curso para que se efectivice el intercambio de información. Además, según precisó el ministro de Economía de Uruguay, Fernando Lorenzo, la medida no será retroactiva.
La presión internacional y la necesidad uruguaya para evitar ser señalada como paraíso fiscal fuerzan los cambios en su legislación. En 2009, la firma de doce acuerdos de intercambio de información con distintos países permitió que Uruguay abandone la “lista gris” de países que no cooperan en materia fiscal elaborada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Pero no fue suficiente. El reclamo de la OCDE y el Foro Global sobre Transparencia e Intercambio de Información fiscal, donde participan los miembros del G-20, contempló dos puntos adicionales: impulsar un proyecto para elaborar un registro de los propietarios de las acciones al portador, títulos que emiten las compañías que no llevan el nombre del propietario y son fácilmente transferibles, y, en segundo lugar, firmar acuerdos de intercambio de información con Argentina y Brasil.
Alrededor del 15 por ciento de los depósitos en moneda extranjera del sistema bancario uruguayo pertenece a no residentes y se calcula que el 90 por ciento de esos 1800 millones de dólares pertenece a argentinos. Otras estimaciones que manejan funcionarios locales elevan hasta 2000 millones de dólares los depósitos argentinos en la banca uruguaya. En la mayoría de los casos, esos fondos no están declarados por los contribuyentes y la legislación del país vecino cubre a los evasores, ya que protege su identidad. El país vecino tampoco proporciona información catastral de Punta del Este ni de ningún otro balneario popular entre los turistas argentinos. Esos inversores pagan sus impuestos inmobiliarios en Uruguay, pero en Argentina no abonan lo que les correspondería por bienes personales ni ganancias, por el origen de los fondos utilizados en las operaciones.
Cuando las cámaras de Diputados de ambos países den el visto bueno al acuerdo, la AFIP no estará habilitada para realizar lo que se denomina una “excursión de pesca” para atrapar a evasores, no podrá realizar un pedido generalizado a la DGI uruguaya para que elabore un listado de todos los argentinos que poseen depósitos en un banco de Montevideo. Solamente cuando esos evasores, personas y empresas sean sujetos de una investigación que cuente con evidencia fundada sobre la existencia de depósitos o propiedades en el país vecino será posible efectuar el pedido de información y esperar una respuesta afirmativa de la contraparte.
Si bien distintos especialistas y organizaciones no gubernamentales cuestionan la efectividad de los parámetros de intercambio de información promovidos por la OCDE para limitar los abusos de las multinacionales y los individuos con elevados ingresos sobre los países en desarrollo, en el gobierno argentino destacan la potencialidad del instrumento y ponderan la percepción de riesgo que genera entre los futuros evasores.
Según explicó el ministro de Economía uruguayo, la medida no será retroactiva. Esto no significa que quienes hayan fugado sus dólares o comprado propiedades antes de la promulgación del acuerdo no podrán ser penados por la evasión o el lavado de dinero. Desde la AFIP no ofrecieron precisiones, pero especialistas consultados por este diario consideraron que esa consideración evitará que Uruguay brinde información hacia atrás sobre el flujo de los recursos ilícitos, pero no los libera de informar el estado de las cuentas y los pagos de impuestos de esos contribuyentes argentinos. Lorenzo precisó que el tratado firmado el lunes pasado en Colonia con el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, incorpora un acuerdo para evitar la doble imposición de impuestos entre ambos países.
Publicado en diario Página12
25 de abril de 2012

martes, abril 24, 2012

El ataque contra la recuperación de YPF también fue digital

 Saber dónde se encuentra, con quién está, qué habla y, finalmente, qué hace toda persona con poder de decisión, con la sola condición de que porte o esté cerca de un celular encendido, sirve a las más repudiables operaciones ocultas, que han demostrado su efectividad en torcer decisiones empresariales, ejecutivas, legislativas o judiciales.

 Saber dónde se encuentra, con quién está, qué habla y, finalmente, qué hace toda persona con poder de decisión, con la sola condición de que porte o esté cerca de un celular encendido, sirve a las más repudiables operaciones ocultas, que han demostrado su efectividad en torcer decisiones empresariales, ejecutivas, legislativas o judiciales. Resulta suficiente que la víctima sepa que un organismo de poder desconocido e ilegal la escucha, graba y registra sus movimientos. Este saber por sí solo atemoriza, altera e inhibe la libertad de decisión y de conciencia.
La democracia se degrada.
Unas horas después del anuncio presidencial de nacionalización de YPF y de quiénes serían sus interventores, varias líneas telefónicas directas y celulares de altos funcionarios del Ministerio de Planificación empezaron a recibir un intenso bombardeo teleinformático desde un sistema administrador de intercepciones IMS de última tecnología marca Nokia Siemens Network, conectado a una central telefónica europea. No es un aparato desconocido. Todos los datos técnicos de este interceptor, incluyendo su número identificatorio provisto por el fabricante, así como su localización geográfica, fueron obtenidos mediante pericias teleinformáticas realizadas en la Argentina y en Italia, entregados a la justicia federal en el marco de una causa iniciada  por Telecom Argentina, cuyos directivos fueron sus primeras víctimas. 
El lunes reapareció este IMS intentando interceptar comunicaciones y activar los micrófonos de los celulares de funcionarios para que transmitan sus conversaciones ambientales. Fue rápidamente detectado y bloqueado por las computadoras que protegen la red telefónica del Ministerio de Planificación. Un sistema de protección de última tecnología denominada COMSEC, implementado por convenio de asistencia técnica entre la Comisión Nacional de Comunicaciones y la Universidad Tecnológica Nacional.
El IMS no sólo captura voz, sms y datos de localización de los teléfonos sino también penetra en computadoras y copia los correos electrónicos y las bases de datos. El datacenter más moderno y protegido del Estado sería hoy el de la Dirección de Informática del Ministerio de Planificación, a cargo del ingeniero Gabriel Gric y su equipo de profesionales. Manejan el “Repositorio Único de Servicios Públicos”, una base de datos que ya cuenta con millones de registros que componen las nóminas de usuarios de servicios públicos y sus facturaciones mensuales. El Centro de Cómputos del ministerio es más seguro que el de las casas matrices de muchos bancos extranjeros. Con mas de 100 servidores y el único storage de 3ª Generación instalado en el Estado con 240 Terabytes de almacenamiento, las capas de seguridad (sofware y hardware) y sus firewalls ni se mosquearon ante los ataques teleinformáticos del Viejo Continente.
Aunque hace semanas se preveía y felizmente se concretó esta decisión histórica y ejemplar de recuperar nuestra soberanía energética, pareciera que los detalles de las gestiones y negociaciones  posteriores al anuncio sobre la implementación de la expropiación a YPF, que se conversan en despachos, oficinas o telefónicamente, cobraran especial interés, sea para Repsol o para las transnacionales temerosas de más nacionalizaciones.
Todavía hay muchos que minimizan la gravedad del espionaje en las comunicaciones, como si fuera una inevitable consecuencia de la modernidad digital.
Pretender soslayar este peligroso instrumento detras del  “qué me importa, que pinchen,  si total no tengo nada que ocultar”, favorece su impunidad, tanto como lo hizo el nefasto “por algo será” durante y despues del genocidio.
La guerra contra el espionaje teleinformático es tan permanente como la de los antivirus, y tan necesaria para proteger la gestion pública de todo gobierno que le haga frente a los poderes económicos concentrados.
Con la expropiación de YPF se inicia una nueva etapa del proyecto nacional, popular, democrático y federal. Detrás de la recuperación de nuestra soberanía energética, seguirán otras. Para defendernos de los ataques teleinformáticos de la reacción a ellas, nos estamos preparando desde 2003. Pudimos hacerlo gracias a la corajuda decisión de Néstor Kirchner, sostenida por Cristina Fernández e implementada por Julio De Vido, de desarrollar las herramientas digitales necesarias para bloquear a los espías de las transnacionales, las corporaciones, sus servidores políticos y sus mafias locales.
Por Ariel Garbarz
en diario Tiempo Argentino

domingo, abril 22, 2012

Profundizar el plan energético

Recuperar el control de YPF constituye uno de los hechos más trascendentales de los últimos nueve años y marca un nuevo rumbo que nos obliga a profundizar y reorientar las políticas energéticas aplicadas desde 2003. 
La histórica decisión de la presidenta de la Nación de enviar al Congreso Nacional un proyecto de ley para recuperar el control de YPF constituye uno de los hechos más trascendentales de los últimos nueve años y marca un nuevo rumbo que nos obliga a profundizar y reorientar las políticas energéticas aplicadas desde 2003. 
Algunos opositores, a los que se suelen sumarse columnistas de Clarín y La Nación con idénticos argumentos, denuncian hace tiempo la supuesta ausencia de una política energética. La validez de cualquier crítica desaparece ante la falsedad de sus premisas, ya que ignoran intencionalmente el plan energético que pusimos en marcha en 2004, el más ambicioso de los últimos 50 años, que hizo posible finalizar obras por más de 75 mil millones de pesos, como evidencian los sucesivos presupuestos aprobados por el Congreso Nacional desde ese año, apuntalando una economía que en ese lapso creció un 92 por ciento.
Cuando esas mismas voces cuestionan, no ya la decisión de recuperar el control de la principal petrolera del país, por el amplio consenso que generó la medida, sino la falta de explicitación de los objetivos de la política energética, es necesario recordar las acciones del plan energético y las ideas que lo inspiraron, que son las mismas que llevaron a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a adoptar esta medida superadora. 
Es curioso que cada vez que esos mismos opositores tuvieron la oportunidad de gestionar la energía sólo lograron acrecentar las dificultades que encontraron.
En primer lugar, debe tenerse en cuenta que cuando asumimos en 2003 no había ningún plan ni ninguna obra de envergadura en marcha, por lo que debimos hacernos cargo no sólo de la ejecución de la política energética sino de revertir años de falta de planificación e inversiones.
Para ello, tuvimos que diseñar un plan desde cero, orientados por la visión estratégica del entonces presidente Néstor Kirchner acerca de que la energía debía estar al servicio de un proceso de desarrollo industrial, manteniendo valores competitivos, para mejorar la calidad de vida de la población. 
Ese plan consistió en un conjunto integral y articulado de obras de infraestructura energética para desarrollar al incipiente y sostenido crecimiento económico que comenzaba a vivir el país, contemplando la ampliación de gasoductos, generación eléctrica y líneas de alta tensión. Cada una de ellas forma parte de una planificación mucho más amplia que se denomina Plan Estratégico Territorial, al que se puede acceder desde la web del ministerio, donde se establecen las obras necesarias para un modelo territorial equilibrado que equipare las posibilidades de desarrollo de todas las regiones. 
Los números no dejan lugar a dudas. A través del plan energético se amplió en 27 millones de metros cúbicos por día la capacidad de transporte de los gasoductos, se incorporaron más de 8000 megavatios, lo que representa un incremento de un 45% del parque generador, y se construyeron más de 4200 kilómetros de líneas de alta tensión, que permitieron anillar el sistema energético nacional.
La ampliación de los gasoductos, que aumentaron su capacidad en un 23%, incluyendo una obra clave como el segundo cruce al Estrecho de Magallanes, fue una decisión estratégica porque el sistema no podía transportar los volúmenes de gas que requerían nuestras industrias, por lo que debimos resolver un cuello de botella que era producto de una Argentina pensada para exportar gas y no para consumirlo.
Asimismo, ante el exponencial y rápido crecimiento de la demanda de energía eléctrica, producto de la mayor actividad económica y la recuperación industrial, ineludiblemente se debió recurrir a la construcción de centrales termoeléctricas, que pueden concluirse en un corto plazo, como las usinas San Martín y Belgrano, que nos permitieron incorporar 1700 megavatios. 
Las líneas de alta tensión representan mucho más que los 4200 kilómetros que se tendieron desde 2003, es decir un 43% de la red que existía en 2003. Significan la posibilidad de un desarrollo industrial para vastas regiones, como la Patagonia, el NOA y el NEA, antes vedado por la falta de energía. Además se mejoran las condiciones de operación y seguridad de todo el sistema y se abren nuevas posibilidades para los recursos energéticos renovables, que antes era imposible desarrollar por falta de interconexión, como la energía eólica, solar e hidroeléctrica. 
Sin embargo, la atención de lo urgente no implicó el abandono de la planificación del sistema y la ejecución de obras de mediano y largo plazo que conllevaran a la diversificación de la matriz energética. En este sentido, la reactivación de la actividad nuclear, que permitió concluir Atucha II y la terminación de la represa hidroeléctrica Yacyretá, para llevarla a la potencia que su diseño original indicaba, son sin duda los dos principales hitos.
Estas dos obras emblemáticas se habían tornado innecesarias en un país que había resuelto no consumir más energía y fueron un claro símbolo del abandono y la frustración que generaron las políticas neoliberales, que llevaron a la Argentina a renunciar a las obras de gran impacto económico y estratégicas desde la geopolítica.
La ampliación de la generación también incluyó la represa Los Caracoles, la central térmica Pilar en Córdoba, entre otras usinas de menor potencia. También se desarrolló el plan de energías renovables GENREN, que ya permite contar con los parques Eólico Arauco y El Tordillo, además de la energía solar que ya funciona en San Juan.
En este contexto, el sector de hidrocarburos, en manos del sector privado, debía acompañar el avance del Plan Energético Nacional aportando más producción de gas y combustibles líquidos, sobre todo a partir de 2008, cuando se consolidó el modelo de desarrollo industrial y la sustancial mejora en la calidad de vida de los habitantes; se culminaron las ampliaciones de gasoductos e ingresaron más de 5400 megavatios de generación térmica. 
Al respecto, el Estado Nacional, a los efectos de brindar competitividad al sector hidrocarburífero, lanzó los programas Gas Plus, Petróleo Plus y Refino Plus, con el objetivo de impulsar las inversiones,  manteniendo su competitividad e incrementando su nivel de actividad económica.
Si bien algunas compañías lograron mejorar o al menos mantener sus niveles de producción, el Refino Plus y el Petróleo Plus fueron suspendidos en febrero de este año por el incumplimiento de otras empresas, en especial de YPF, cuyos resultados distaron mucho de los esperados. 
La producción de YPF comenzó a declinar raudamente hasta que en el último año la caída se profundizó, traduciéndose en sistemáticos incumplimientos de exploración y explotación de petróleo y gas, que sumado a injustificados atrasos en obras de ampliaciones de refinerías, obligaron al Estado Nacional a que con recursos aportados por todos los argentinos a través de sus impuestos deba iniciar un camino de importación de combustibles, que podían y debían ser producidos por YPF.
Esta situación continuó durante 2011 sin que se vislumbraran planes concretos de inversión que permitieran desarrollar nuevas reservas convencionales de hidrocarburos y poner en valor a los descubrimientos no convencionales de Shale Gas y Shale Oil, que son la base del futuro de la República Argentina y cuya potencialidad es reconocida en todo el mundo.
Sin dudas, los objetivos con que fue creada YPF en 1922, para contar con una empresa argentina que lograra actuar y articular acciones para impulsar el desarrollo del país en base a los recursos energéticos disponibles, poco tenía que ver con el modelo de gestión de Repsol, que priorizaba la activación de balances sobre la producción de hidrocarburos. En 2012 los niveles de desidia y desinversión alcanzaron un punto tal que entraron en conflicto con los intereses y necesidades del país, poniendo en riesgo el modelo implementado desde hace nueve años.
En este marco, la decisión estratégica, y que implica un cambio estructural en el sector de hidrocarburos, de recuperar el control de la principal empresa petrolera, nos obliga a potenciar el plan energético, seguramente repensando algunos aspectos, pero manteniendo los objetivos de continuar ampliando la oferta energética en todo el país a valores competitivos, diversificando la matriz energética, para potenciar el desarrollo nacional y acompañar este proceso virtuoso que ha permitido el período de crecimiento más extenso de los últimos 200 años.

Por Julio De Vido, Ministro de Planificaación Federal, Inversión Pública y Servicios 
en editorial, diario Tiempo Argentino
 

jueves, abril 19, 2012

Miles de fieles celebraron el día de San Expedito

Es el patrono de las causas justas y urgentes. Miles de devotos visitaron hoy los templos donde se lo venera a San Expedito, pero sobre todo en el barrio porteño de Balvanera, a cuyo santuario ubicado en Bartolomé Mitre y Azcuénaga, acudieron unos 250.000 fieles a pedir y agradecerle al santo. La fiesta se inició a la medianoche

Un nuevo aniversario de la conmemoración del martirio de San Expedito, patrono de las causas justas y urgentes, se celebró hoy en el Santuario ubicado en la iglesia Nuestra Señora de Balvanera de esta ciudad. Bajo el lema "San Expedito ayúdanos a ser testigos de Cristo", acudieron unas 250 mil personas a lo largo de toda la jornada en el templo ubicado en Bartolomé Mitre y Azcuénaga.
"Con el lema quisimos expresar lo que provoca nuestra peregrinación hacia el Santuario: la confesión de la fe, la misma fe que impulsó a nuestro santo Patrono a dar testimonio de amor a Cristo dando su vida en el martirio", señaló el presbítero Juan Carlos Ares, párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Balvanera.
La celebración, comenzó a la hora cero con la apertura del santuario y la bendición de los peregrinos a cargo del obispo auxiliar de Buenos Aires, Vicente Bokalic Iglic. La iglesia estará abierta hasta las 23 hs..
Misas y bendiciones se celebran cada hora en el santuario, donde los fieles aún pasan por allí para agradecer o pedir especialmente por salud, o por diversas causas que tienen que ver con asuntos legales y familiares ante San Expedito.
El culto al patrono de las causas urgentes se hizo conocido a comienzos del siglo XX, aunque historiadores dicen que se lo venera desde la Edad Media.
En la Argentina, San Expedito empezó a hacerse popular a mediados de la década de 1950 y en la actualidad se lo venera en numerosas iglesias y capillas e incluso en la Base Esperanza, en plena Antártida, donde se colocó una estatua del santo llevada hasta allí en junio de 2003.
de INFO news en diario Tiempo Argentino

Un día histórico

por Ricardo Forster

Hay días, en la historia de un pueblo, que definen mucho más que un cambio y una potente orientación de cara al futuro. Son días en los que, bajo otra luz, se puede revisar la historia y entender las derivas del presente. Días en los que antiguos espectros, de esos que son portadores de esperanzas y de derrotas, se entrecruzan con nuevas oportunidades recordándonos que un país siempre guarda la posibilidad de invertir las estructuras de la dominación ensanchando la audacia con la que se asumen decisiones trascendentes.
Seguramente el 16 de abril de 2012 quedará señalado como un día histórico en el largo, zigzagueante, laberíntico, complejo, dramático y desafiante camino recorrido por la Argentina hacia su reconstrucción. Un camino que supo de sueños y de realizaciones, pero que también conoció el rostro de las frustraciones y la devastación de esos mismos sueños. Nada fue sencillo para un país que ha conocido las mieles de la fecundidad agrícola, la bendición de una naturaleza pródiga en riquezas extendidas a lo largo y ancho de una geografía espléndida, pero que también ha experimentado, con la misma prodigalidad, pero ahora invertida, el saqueo, la apropiación minoritaria y la discrecionalidad de poderes político-económicos que funcionaron, siempre, como garantes de esas arbitrariedades dirigidas a sostener una profunda desigualdad en una tierra capaz de garantizar, por la exuberancia de sus recursos y la disponibilidad laboriosa de su población, una vida más justa y digna para esas mayorías que fueron, una y otra vez, víctimas de la violencia expropiadora de las clases dominantes y condenadas, en la mayor parte de su travesía histórica, a distintas formas de pobreza, indigencia y humillación social.
Quizá por reconocer esta historia de inequidades e injusticias y por asumir la necesidad imperiosa de revertir ese hilo rojo de la impunidad económica es que el encabezado del proyecto de ley de la soberanía hidrocarburífera presentado el lunes 16 de abril por la presidenta de la Nación destacó como prioritario “garantizar el desarrollo económico con equidad social” y, a través de esta sencilla frase, dinamitar el corazón de las políticas neoliberales que condujeron, hasta no hace muchos años, a la mayor crisis (si ponemos a un lado la noche de la dictadura videlista) social, institucional, política, económica y cultural que conoció el país en sus 200 años de existencia como nación independiente. Una frase que nos permite leer, con otros ojos, una realidad que, en las últimas décadas, parecía haber clausurado la posibilidad de recuperar y de reconstruir un lenguaje capaz de reintroducir, en nuestra sociedad, una tradición política asociada a las gestas populares, a la inquebrantable búsqueda de justicia social y a garantizar que la palabra “soberanía” entrelazara lo territorial con lo social, la institucionalidad republicana con una democracia atenta a sostener y defender los derechos de las mayorías. Por eso también la necesidad de “declarar de interés público y como objetivo prioritario de la República el logro de autoabastecimiento de hidrocarburos” y enmarcando ese objetivo no en la pura lógica de la rentabilidad empresarial (núcleo de las políticas neoliberales implementadas en los años ’90) sino en el avance progresivo hacia una mayor equidad social estrechamente ligada a la “creación de empleo”. En estas frases sencillas y directas se encuentra el giro de 180 grados que, como continuidad y profundización de lo que viene desarrollándose en el país desde mayo de 2003, vertebran el espíritu de una decisión que ya es histórica. Nunca resulta ocioso remarcar la importancia crucial de los giros en el lenguaje a la hora de intentar capturar el sentido de los cambios históricos allí donde una época se define, fundamentalmente, por el entrecruzamiento de sus producciones materiales y las palabras con las que relata su manera de habitar un determinado tiempo nacional. El triunfo del modelo neoliberal no fue sólo y apenas el resultado de un cambio en el patrón de acumulación sino que también encontró su potencialidad y su hegemonía en la creación de un nuevo sentido común articulado con esas transformaciones estructurales de la vida económica que lanzaron al exilio conceptos y palabras que habían sido parte decisiva en la construcción de un proyecto nacional capaz de pensar al Estado como garante de la distribución más equitativa de la riqueza y como fecundador de derechos sociales y civiles sin los cuales la democracia se vuelve un pellejo vacío.
No es casual, entonces, que el primer punto de los fundamentos del proyecto se titule “del modelo neoliberal al modelo de crecimiento con inclusión social” y que, a lo largo de apretados renglones cargados de significación, se pase revista a la contradicción radical e irreversible entre un modelo que se instaló, a sangre y fuego, en marzo de 1976 y que se prolongó por casi tres décadas signando el período tal vez más dramático de una historia nacional que conoció otras injusticias, pero nunca tan abrumadoramente destructivas como la que nació bajo el imperio del terrorismo de Estado y se prolongó, ya bajo democracia, desde el Plan Austral hasta la convertibilidad; y otro modelo que buscó y sigue buscando reparar el brutal daño producido en el cuerpo social por el imperio de la discrecionalidad política y económica asociada a los poderes corporativos e ideológicamente definida por la hegemonía de la valorización financiera del capitalismo. Lo que el texto de los fundamentos no podía dejar de “nombrar” era el cambio sustantivo en el interior de una sociedad que, en los últimos ocho años, tuvo que aprender a nombrar las cosas con palabras que habían sido saqueadas y borradas del habla de los argentinos. Un doble trabajo de reparación iniciado por Néstor Kirchner y profundizado por Cristina: reparación de la brutalmente dañada vida económica, social e institucional y, en no menor medida, reparación de la memoria popular, de las tradiciones emancipatorias y de los lenguajes capaces de reconstruir los puentes rotos entre aquellas tradiciones y los nuevos desafíos del presente. A ese esfuerzo se lo llamó, con aguda intuición, “batalla cultural”, allí donde el kirchnerismo comprendió, desde un inicio, que para salir de una crisis abisal no sólo resultaba imprescindible revertir la matriz del modelo neoliberal sino que se volvía también imperioso disputar y superar el relato que, durante décadas, había colonizado a una parte no menor de la sociedad.
De la misma manera, la decisión de recuperar YPF debe leerse como una cuestión pendiente del propio kirchnerismo, una manera extraordinariamente ejemplar de potenciar su historia hacia atrás y hacia adelante sabiendo, como lo sabe, que la década del ’90 sacudió y envileció con intensa profundidad todas las prácticas políticas del país y, en particular, al peronismo. El kirchnerismo construye su propia autocrítica a través de su insistente acción transformadora y lo hace haciéndose cargo de redefinir la política petrolera aún presente hasta el lunes 16 (aunque puesta a disposición, desde el 2003, de la política reindustrializadora que, entre otras cosas, implantó un plan de retenciones sobre la renta petrolera que contribuyó al crecimiento económico de estos años) y la continuidad, en ella, de una matriz privatizadora sobre la que ahora, y cuando las condiciones estuvieron dadas, decidió introducir una modificación sustancial. Se podrá decir que debió hacerlo antes o que fue beneficiario, cuando Kirchner gobernó Santa Cruz, de la reforma del ’90 y de la propia privatización de YPF; lo que no se podrá decir es que no se atrevió, yendo a contramano de las fuerzas hegemónicas a nivel local y global, a revertir la tendencia neoliberal en función de reinventar un proyecto de nación definido por palabras clave como recuperación del Estado, distribución de la renta, equidad social, mercado interno, reindustrialización, política de derechos humanos, democracia comunicacional, derechos sociales y civiles y emancipación latinoamericana. En el inicio de ese gesto de la voluntad se inscribe, años después, la decisión soberana de Cristina Fernández de recuperar YPF. Nada más difícil que revertir sentido común, prácticas sociales e imaginarios culturales dominantes que definen la representación hegemónica de la propia realidad. No ha sido casual el camino recorrido desde la implementación revolucionaria y sorprendente de la política de derechos humanos, eje simbólico del giro histórico impulsado por Kirchner, hasta la larga contienda que, por ahora, concluyó en la aprobación de la ley de servicios audiovisuales. En el hilo dorado que une ambas decisiones reparadoras para las mayorías populares y revulsivas para el establishment mediático-corporativo –núcleo duro de la derecha autóctona– se encuentra uno de los centros de una voluntad política capaz de escribir, con viejas y nuevas palabras, la historia del país bajo la perspectiva de una inclaudicable búsqueda de justicia e igualdad. La expropiación (¿imaginábamos que volveríamos a usar esta palabra cara a los intereses populares?, ¿era posible soñar con ella durante la maldita década del ’90, en la que fue agregada en el Index de los términos demonizados mientras un arsenal de términos mercadolátricos dominaban el habla de tantos economistas y periodistas?) del 51 por ciento de las acciones de YPF en manos de Repsol constituye uno de los desafíos más relevantes y que habilita, junto con la política de desendeudamiento y la reestatización del sistema jubilatorio, una nueva época cuyos límites parecen extenderse cada vez más. Y esto es algo que la derecha restauradora, la que siente nostalgia por “las garantías jurídicas” implementadas por la economía global de mercado y sus instituciones financiero-bancarias y traducidas en nuestro país a través, en gran parte, de la Constitución del ’94, no puede ni quiere tolerar. La recuperación de YPF va en la dirección contraria a la de esas corporaciones que disfrutaron del desguace del Estado, de las privatizaciones escandalosas de las empresas públicas y que trasladaron sus capitales productivos al “paraíso” de la especulación financiera y el endeudamiento crónico del país.
Casi treinta años de una sistemática apropiación de la riqueza de los argentinos en nombre de un quimérico progreso que se tradujo, con el correr del tiempo, en represión, desigualdad, concentración de la riqueza, desguace del Estado, extranjerización de la economía, injusticia, pobreza creciente e indigencia fueron sacudidos por la llegada inesperada de un desconocido gobernador santacruceño que, desde el primer día, no dejó de enloquecer una historia que parecía clausurada. “A partir del año 2003 –se escribe en los fundamentos–, en la República Argentina se han experimentado cambios sustantivos. En el terreno económico, se produjo una radical alteración en el patrón de crecimiento, dejando atrás el modelo neoliberal de sobreendeudamiento con exclusión social puesto en marcha en marzo de 1976 y cuya expresión más acabada puede ubicarse en los 10 años de vigencia del régimen de convertibilidad. Así, un nuevo modelo económico de crecimiento con inclusión social vino a dar por tierra con el mayor proceso de desindustrialización y deterioro económico y social experimentado por nuestro país en su historia”. Una narración contundente para explicitar lo que sucedió en el país y para entrelazar el proyecto represivo desplegado por la dictadura y ese otro modelo económico que encontró, en la primera, su brazo ejecutor implacable y que luego en democracia, cuando el impiadoso modelo de valorización financiera continuó su tarea destructiva, logró alcanzar una hegemonía que parecía insuperable allí donde había penetrado profundamente en el alma de una parte no menor de la sociedad. Del revanchismo social implementado por los esbirros de la dictadura (un revanchismo de clase que se dedicó con especial ahínco a deshacer derechos, a aniquilar organizaciones populares y a luchadores sociales) a la conquista de las conciencias durante la era menemista, ese camino recorrido bajo el imperio de la violencia y la impunidad comenzó a ser pacientemente desarticulado a partir, como destaca el texto de los fundamentos, del año 2003. La expropiación de las acciones de Repsol que se traduce en una recuperación de YPF para el patrimonio de los argentinos constituye un verdadero hito en el desmantelamiento de la matriz neoliberal. Otro relato de nuestra historia se abre camino junto con la extraordinaria significación de esa conjunción trabajosamente tejida en estos años y revitalizada el 16 de abril entre petróleo, soberanía popular, igualdad y democracia.
publicado en diario Página 12

domingo, abril 15, 2012

Obama se sorprendió por las tapas de Clarín y La Nación

El canciller Héctor Timerman comentó la sorpresa de Obama cuando el secretario de la Presidenta le mostró las tapas de ambos diarios de hoy, que hablan que supuestas trabas comerciales habrían sido el eje del encuentro bilateral de ambos.

Según consigna la agencia Télam, hasta el propio presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se mostró “sorprendido” por el tratamiento que dieron los matutinos Clarín y La Nación al encuentro bilateral que protagonizó junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Timerman reafirmó que “Obama ayer le dijo a Cristina que quería que figure en actas que no se habían tratado temas en los que Estados Unidos se hayan quejado, hecho alguna imposición o demanda”.
Cuando el secretario de la Presidenta le mostró las tapas de ambos diarios de hoy, que hablan que supuestas trabas comerciales habrían sido el eje del encuentro bilateral de ambos, el mandatario norteamericano mostró su sorpresa.
A la vez el funcionario recordó que anoche, en una declaración que hizo la Casa Blanca en relación al encuentro entre Obama y la Jefa de Estado, se expuso: “los temas tratados con Argentina, tuvieron mucho que ver con la bilateral de Cannes; el interés del presidente en trabajar en cuestiones productivas y una agenda variada” con nuestro país.
Por  INFOnews,  publicado en diario Tiempo  Argentino
15 de abril de 2012
 

jueves, abril 12, 2012

Milagro?

Una beba fue dada por muerta,pasó 12 horas en la morgue y la encontraron viva
Sucedió en el Hospital Perrando de Resistencia, Chaco. El gobierno provincial separó a los cinco profesionales que intervinieron.
Una beba que nació prematura en un hospital de Resistencia, Chaco, fue dada por muerta y tras estar 12 horas en la morgue, sus padres insistieron con verla y descubrieron que estaba viva. El gobierno provincial separó a los cinco profesionales que intervinieron de forma directa en el hecho, y la nena de seis meses permanece estable en neonatología.
“Fue un milagro”, lo definió a Tiempo Argentino la madre, Analía Bouquet, que después de lo sucedido decidió cambiarle el nombre que tenían pensado (Luciana Abigail) por el de Luz Milagros. El 3 de abril a la mañana el matrimonio, de otros cuatro hijos, se acercó de urgencia al área de Neonatología del Hospital Perrando. A las 10:24 se produjo el parto de Luz, de 26 semanas y 800 gramos y minutos después los médicos la dieron por muerta porque no presentaba signos vitales, según les informaron a los padres, que aceptaron la noticia (de hecho tramitaron la defunción en la municipalidad) aunque no podían ver el cuerpo.
“Nos dicen que la bebé nació débil y no aguantó, le pregunto si podíamos verla y nos responden que vayamos directamente a la morgue, porque ya estaba ahí desde las 11:05. Recién llegamos allá a las 21:40 – relata la madre –. Sacan el cajón de la heladera y estaba clavado, así que tuvimos que conseguir un fierro para abrirlo, y ahí empiezo a descubrirla porque estaba tapada con tela vegetal blanca. Primero le veo la manito, escarchada, se la acaricio y arranca a llorar. Caí arrodillada, entre llanto y risa, una locura, y salimos corriendo.” Sobre la situación actual de su hija, explicó que “fuera de peligro no se encuentra. Está como cualquier prematuro, o inclusive mejor, no hizo falta ponerle inyección de maduración y tiene buena oxigenación”.
El subsecretario de Salud, Rafael Sabatinelli, informó a este diario la suspensión de “los médicos que asistieron, los que trasladaron el cuerpito, los que manejaron la morgue”. Calificó al hecho como “desgraciado”, y agregó que “por estadística es difícil que este tipo de criaturas sobrevivan. De todas maneras, pienso que no influyó la morgue porque ella estaba en un medio de conservación, en una heladera por así decirlo, y eso quizás le haya beneficiado, porque hay experiencias en todo el mundo con el tema del frío.”
Mientras tanto, la familia planea iniciar acciones legales por mala praxis y negligencia, lo que fue negado por el director del hospital, José Luis Meiriño, por considerar que “hay negligencia si un doctor actúa solo, pero en este caso estuvo abocado todo el equipo de profesionales”. La madre concluyó: “El pediatra ahora dice que nació muerta, se contradicen. En el acta defunción dice que el acto de muerte es ‘desconocido’. Todo el procedimiento se hizo mal, no nos dejaron ver al bebé, en 40 minutos ya estaba en la morgue, no me dan el certificado de nacimiento. Se trató de un milagro, doce horas no pudo haber aguantado congelada. Fue Dios, la Resurrección y las pascuas, yo creo eso”
publicado en diario Tiempo Argentino